El principito
Argumento
El principito, La novela corta del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, comienza con la anécdota del aviador cuando era pequeño, sobre su dibujo de una boa que digería un elefante, para los adultos representaba erróneamente un sombrero. El aviador, y co-protagonista de esta historia, en el intento por aclarar esta confusión obtiene rechazo, y el consejo de que se dedique a otra cosa, algo más productivo. Esto le hace lamentarse de la falta de comprensión y creatividad de los adultos.
El aviador ahora es adulto, mientras se encuentra pilotando lejos de la civilización su avión sufre una falla, que lo deja varado en el desierto del Sahara. Es aquí donde conoce a un pequeño niño que llama «el principito». El principito le pide al aviador que le dibuje un cordero, antes de comenzar con el dibujo el aviador le muestra al pequeño niño su dibujo de una boa devorando a un elefante, lo sorprendente aquí es cuando el principito sin duda alguna da una interpretación correcta del dibujo años antes malinterpretado por los adultos. Después de fracasar en los intentos por dibujar el cordero ideal para el principito y su planeta B612, el aviador dibuja una caja, y le dice a su pequeño niño que dentro de esta se encontraba su corderito, a lo que el principito dice que ese era el cordero que quería.
Mientras el aviador intenta reparar su avión el principito narra la historia del camino transcurrido hasta su llegada a la tierra. El principito provenía del Asteroide B-612, un poco más grande que una casa, contaba con tres pequeños volcanes, dos activos y uno inactivo, y alguna que otras plantas. El principito debe realizar el mantenimiento de los volcanes, y proteger el planeta de las semillas de baobabs, que constantemente tratan de crecer.
El motivo principal para que el principito quisiese un cordero era para que se comiera las semillas de baobabs, pero él no contaba con que el cordero podría comerse a una rosa con espinas, hasta que el aviador se lo dice y surge la preocupación por el aprecio que le tiene a una hermosa y misteriosa rosa que crecía en la superficie de su planeta. El principito estaba encantado con su rosa, la protegía con un biombo y una cúpula de cristal, y estaba dispuesto a ayudarle en todos sus requerimientos. Pasado un tiempo con la rosa que desde su crecimiento habitaba en su planeta, el pequeño principito comienza a sentir que esta se aprovecha de él, por lo que abandona el planeta para explorar el resto del universo.
Desde su partida y antes de su llegada a la tierra el principito había pasado por otros seis planetas. Planetas habitados por adultos de mente estrecha. En el primer planeta se encontraba un rey sin súbditos, al siguiente un hombre vanidoso que se creía la persona más digna de admirar de todo su desolado planeta. Al tercer planeta el principito se encontró con un borracho, que bebía para olvidar la vergüenza de ser un borracho, al cuarto planeta un hombre de negocios, que tenía la contabilidad de todas las estrellas, y afirmaba ser dueño de cada una de ellas. En el quinto planeta el principito se encontró con un farolero, que encendía y apagaba su faro cada minuto. Por último el principito llegó al sexto planeta, donde se encontró con un anciano geógrafo, que jamás había ido a visitar ningún lugar, al terminar de hablar con él, el pequeño príncipe le pide que le diga un planeta para visitar, el anciano accede y le recomienda la tierra.
El principito al llegar a la tierra aterriza en el desierto, la soledad del paisaje le hace pensar que el planeta está deshabitado. Conoce a una serpiente que le dice que tiene el poder suficiente para regresar a las personas al lugar de donde vinieron. Luego se encuentra con una flor, que le hace saber que no ha visto a nadie desde hace algunos años. Tiempo después, el principito se encuentra con un jardín lleno de rosas, lo que lo hace sentir desgraciado, ya que pensaba que su rosa era única en todo el universo. El principito comenzó a sentir que no era un verdadero príncipe, lo que le hizo llorar mucho hasta encontrarse con un zorro que quería ser domesticado, es aquí cuando el pequeño príncipe aprende que su rosa en realidad era única, porque él la quería. Tras un rato de charla, el principito se tomó su tiempo para domesticar al zorro, luego se separaron. Después de separarse del zorro, el principito continuó con su camino encontrándose con un guardagujas, y luego con un vendedor.
En el presente, y luego de ocho días desde que el avión del aviador se estropeó se termina acabando la provisión de agua, por lo que el objetivo del principito y el aviador es buscar provisiones. Tras un rato de charla sobre lo hermoso del desierto, surge la tan famosa frase «lo bello y esencial no se ve con los ojos». Como el principito se dormía, el aviador lo cargó para llevarlo en brazos, hasta encontrarse con un pozo, raro por hallarse en el medio del desierto. Tras momentos juntos y después de que el aviador se diera cuenta de que el principito buscaba el lugar donde había caído al llegar a la tierra, el aviador parte a seguir reparando su avión, al regresar al día siguiente, al atardecer, el aviador se encuentra al principito hablando con una serpiente sobre su regreso a casa. El pequeño príncipe le explica lo que sucede al aviador y se despide con un emotivo mensaje, su cuerpo es muy pesado para llevarlo consigo. El pequeño príncipe permite que la serpiente lo muerda, cayendo al suelo sin emitir ruido alguno.
Ficha técnica
Ficha técnica del famoso libro «El principito»
Título original | Le Petit Prince |
Autor | Antoine de Saint-Exupéry |
Año primera edición | 1943 |
Género | Novela; Novela filosófica, literatura infantil y juvenil y obra literaria |
Idioma original | Francés |
Personajes | El principito, el aviador, el cordero, el farolero, la caja, la rosa, los baobabs, los volcanes, el fanal o globo, el zorro, el rey, el avaro o vanidoso |
Sinopsis | Libro poético con ilustraciones propias, críticas hacia el mundo de los adultos y una visión filosófica, dedicado a enfocar la importancia de ese pequeño niño que habita en todos nosotros, una forma distinta de ver las cosas en este mundo distorsionado. El principito es el reflejo de todo aquel ser pequeño y puro. |